Clemente Cancela
Clemente es una persona que desde sus acciones intenta promover un pensamiento crítico y más empático sea desde su programa de radio, desde su alimentación o sea cual fuere el lugar que ocupe. Una vez más profundizo en las palabras del entrevistado y lo relaciono con distintas lecturas, experiencias, momentos que me parecieron acordes.
Uno
Hay muchas situaciones que ya no son aceptadas y que antes pasaban desapercibidas; que eran naturalizadas por casi todxs, que no eran cuestionadas. Basta con ir al archivo y ver las novelas, las comedias, la televisión de nuestra adolescencia e infancia –y del siglo pasado- para darse cuenta que sería imposible volver a verlas hoy con tanto fanatismo –o displicencia- como sucedía años atrás.
Estos avances, estos cuestionamientos sobre determinadas prácticas que eran utilizadas como argumentos narrativos son gracias al feminismo. Gran parte del despertar crítico que surgió en los últimos años no es casual, viene arrastrado por éste movimiento sociocultural que no es nuevo pero que sí tomó un rol protagónico. No surgió hace unos años con Luciana Peker, ni hace unas décadas con Fanny Edelmann ni siquiera hace un siglo con Simone de Beauvoir, quizás si hace unos siglos con Olympe de Gougués, pero lo que actualmente sucede es que éstos nombres y sus ideas toman cada vez más fuerza y más protagonismo; es increíble darse cuenta de que décadas y siglos atrás ya existían personas que veían las desigualdades e injusticias y eran invisibilizadas, silenciadas y asesinadas; ¿increíble o triste?.
Clemente coincide con el rol del feminismo y comenta que lo que están haciendo las luchas del movimiento “nos abrió y nos abre los ojos”; a la lucha feminista la considero un avance porque justamente, como mencionó el entrevistado recién nos abrió y nos abre los ojos: muestra, expone, pone bajo la lupa acciones que promovían desigualdad, violencia, estigmatización.
“la verdad es que lo que me parece que hizo la lucha feminista fue abrir la puerta a un montón de luchas y a un montón de instancias de lucha y de cuestiones que se pusieron sobre el tapete y que apuntan a tener una sociedad mejor: que no te rías de un gordo, de un feo, de una gorda o una fea me parece que en definitiva nos hace mejores porque nosotros vivimos en un país y en un mundo en el cual -esto Seba de Caro lo decía mucho- es más pecado ser gordo que ser un burro y la verdad es que está bueno que empecemos a darnos cuenta que si tenemos la posibilidad de no ser burros ya pasamos a tener la obligación de no ser burros. Esas luchas sí me parecen que nos llevaron a un lugar mejor”.
La lucha feminista no solamente expone al sistema capitalista sino que también exhibe muchas violencias encubiertas dentro del sistema patriarcal y colonial; por ejemplo, la heteronorma, los cuerpos hegemónicos, las desigualdades de clases.
Me gusta mucho pensar en la interseccionalidad de luchas que planteaba Angela Davis que buscaba identificar como propia la lucha de lxs demás, buscar similitudes y no diferencias entre las mismas. Davis toma como ejemplo la lucha de un feminismo estadounidense en las décadas de los 1970’/80’ que era más elitista y dejaba por fuera las demandas de un feminismo negro, antirracista. La activista propone intentar ver la visión global de las luchas, vincular estrategias, lenguajes y conexiones y así enfrentar al sistema que divide.
Me gusta pensar en que podamos plasmar la idea de la activista estadounidense y luchar y batallar contra todo tipo de discriminación, contra todo tipo de estigmatización, contra todo tipo de desigualdad, contra la sociedad patriarcal y heteronormativa; batallar y luchar para construir una nueva base social desde la perspectiva feminista.
Dos
La intención de Clemente es, desde su lugar, desde su accionar, luchar contra el problema cultural que superpone a lo liviano por sobre lo pesado, que hace que las noticias más buscadas de Joaquín Furriel sean sobre sus amoríos y no la entrevista en la que hablaron de Hamlet. Desde su posición defiende lo que cree y es por eso que quizás su programa no sigue una agenda de famosxs.
Fuera de esas personas famosas, una de las entrevistas que me llamó la atención -más allá del contenido- es la de Hernán Zin un periodista que trabaja en zonas de guerra y hace documentales sobre eso. La idea fue ponerse en el lugar de la otra persona más que hablar sobre el éxito o la difusión de sus films, algo que no es convencional en los medios de comunicación. Le pregunté por qué, por qué le gusta ponerse en el lugar del otro: “Porque es una obligación moral. Porque si no te pones en el lugar del otro te convertís en un egoísta, un patán. Y a mí me molesta mucho cuando veo a alguien luchando por una causa que esa persona cree justa y del otro lado se la bastardea. Yo trato de empatizar con las causas que desconozco, no sé si las que no comparto, pero si desconozco por lo menos lo mínimo que trato de hacer es interesarme”.
Clemente propone ponerse en el lugar de lx otrx, escuchar, pensar, investigar sobre su lucha. Quizás tomando ésta modalidad en vez de señalar, bastardear y criticar nos encaminemos a una sociedad más tolerante y respetuosa. Hacia esa sociedad construye el feminismo.
En el texto anterior mencione algunas opresiones que cuestiona dicho movimiento; el patriarcado, la heteronorma, las desigualdades sociales y ahora voy a agregar un tópico más: el especismo.
El especismo es la discriminación que se da por pertenecer a diferentes especies argumentando que una es más importante que otra. Esto suele suceder con la especie humana que abusa de sus herramientas y daña a la especie animal con diferentes fines entre los que se destaca la industria alimenticia. El antropocentrismo es una característica más de éste sistema.
Una de las maneras de luchar contra el especismo es el vegetarianismo/veganismo; Clemente atravesó ambas: “Tuve etapas de pasar por el veganismo. Creo que en definitiva es el estado en definitivo de la militancia contra el maltrato animal de todos modos. Tuve diferentes etapas, la primera fue por el respeto hacia los animales y estar en contra del maltrato animal y después si realmente te interesa la causa y no te querés quedar en eso, cuando vas leyendo vas incorporando un montón de cuestiones. Ahora se está conociendo un poco más lo que sucede con el clima, el agua, la tierra”.
Como si fuese poco el sufrimiento animal, el impacto climático que produce la ganadería es inmenso. Ejemplo: para producir 1 kilo de carne se requieren 15.000 litros de agua según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Por supuesto que va a sumar lo que nos enseñan en las escuelas para cuidar el agua, eso de lavarse los dientes con al agua cerrada y demás, pero ¿por qué en las instituciones no nos informan sobre las consecuencias de consumir carne?. Quizás es porque a la clase dominante no le conviene generar esa conciencia como mencioné en la nota de Leonardo Di Lorenzo hablando sobre la Escuela y los Aparatos Ideológicos del Estado.
En caso de que no se deje de consumir carne y que se mantengan los hábitos antropocentristas y la cadena alimenticia actual los bosques se seguirán reduciendo, se producirán más sequías e inundaciones, las temperaturas serán insoportables y se ocurrirán nuevas epidemias como ya sucedió con el Ébola, el VIH y la Gripe Porcina entre otras.
“[Comer menos carne] también es filosófico porque yo pienso en la gente que viene después, los humanos que van a venir después y quiero que tengan un planeta que esté bueno, no que se le derritan los polos o que el Amazonas esté reducido a un cuarto de lo que debería ser y demás”.
Pese a que existan organizaciones que nos cuentan sobre el impacto ambiental, libros, charlas y material de sobra… es muy difícil producir el cambio que necesita el planeta para no llegar a colapsar: ¿por qué cuesta tanto?.
Mediante la naturalización de las prácticas que propone el sistema capitalista, creo que lxs humanxs nos volvimos individualistas. Nos cuesta mucho pensar el impacto que genera comer un kilo de carne, nos cuesta mucho pensar el impacto que genera el plástico, nos cuesta mucho pensar el impacto que generan cada una de nuestras acciones.
Tres
La individualización del ser humano y el desinterés por lo colectivo aumentan cada vez más y de ésta manera cada vez es más difícil volver, regresar a la idea de comunidad; podemos preguntarnos ¿Estamos pensando en vivir mejor como sociedades? ¿O estamos pensando en vivir mejor como individuxs?, o ir unos escalones más atrás todavía: ¿Qué estamos haciendo?.
“inclusive si tenes empatía por los animales también eso se traduce a la empatía por las personas. Porque hay un lugar común que mucha gente cree que si te importan los animales no te importan las personas.. mucha gente te dice eso: ‘te importa tu perro, te importa el chancho pero no te importan los niños pobres’ Y en general la gente que te dice eso no le importa ni el chancho ni el niño pobre”.
Siento que cuando suceden éstas cuestiones en las que ciertas personas atacan las luchas y las convicciones de aquellas que cuestionan la normalidad es apropósito; se corre del eje la cuestión inicial que es el maltrato animal y la conversación continúa en un intercambio de ideas negativo; “Me parece que pasa siempre eso con un montón de discusiones. En general, lo que pasa con un montón de causas es que te confronta con defectos tuyos, con falta de compromiso tuya”. Me parece clave esa definición de la falta de compromiso propia; ¿cuántas de las personas que critican el vegetarianismo, el feminismo, la diversidad sexual no lo hacen desde el odio?.
Creo que la falta de compromiso propia puede estar relacionada a la idea de normalidad que genera el sistema capitalista a través de diversas instituciones como la Escuela, la Iglesia y los Medios de Comunicación.
Ejemplo uno: si desde que sos chiquitx ves en los manuales, en las noticias que la pareja está conformada por un hombre y una mujer, la mayoría de las personas van a generar un concepto de pareja que es heterosexual. Ejemplo dos: si desde que sos chiquitx te hablan de la biblia, de Jesús, María y ves símbolos religiosos en todas partes –hasta en collares de maestrxs- lo más probable es que relaciones a la religión con el cristianismo. Ejemplo tres: si desde que sos chiquitx agarras los manuales y en ningún momento aparece el vegetarianismo, sumado a que tus familiares te motivan con ir a McDonalds o comer un asado, lo más probables que generes un rechazo hacia algo que rompe con la comodidad como es el vegetarianismo y trates de ignorantes a aquellas personas que no consumen carne.
Por todos lados nos llega información sobre lo que es “normal” y lo que no. Hay personas que pueden romper esa barrera y cuestionar sus hábitos, sus privilegios, su comodidad, en fin, cuestionarse a sí mismx y descubrir nuevas alternativas. Pero hay personas que no, que no lo pueden hacer, porque no tienen la capacidad de situarse en otra posición que no sea la propia.
Cuatro
Para salir de ese ensimismamiento que promueve el sistema, hay que buscar alternativas. La mayoría de las alternativas a la “normalidad” están contempladas dentro del feminismo, que cuestiona el patriarcado, la heteronorma, la homofobia, la transfobia, el clasismo, el racismo, el especismo; es un movimiento que busca transformar tantas, tantas desigualdades y quizás por eso sea tan bastardeado, tan criticado pese a que nos conduzca hacia una sociedad más igualitaria, con más derechos, con menos opresiones y menos violencia.; ¿Quién cuestiona al feminismo y sus luchas? ¿Quién produce esa resistencia al feminismo y sus luchas? ¿Quién difunde la resistencia contra el feminismo y sus luchas?.
El feminismo es el movimiento que más cuestiona al sistema capitalista; es el movimiento que más se atreve a imaginar fuera de la normalidad: desarrollemos la imaginación.
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